Las 16 cosas que aprendí del cáncer de mi mamá.
A un mes de la partida de la mujer que más he amado en mi vida, primero que todo, quiero expresar que la idea de esta entrada es poder entregar algún tipo de ayuda a personas que estén pasando por la misma situación que experimentó mi familia este año.
Cuando comenzamos esta travesía, me puse a investigar, necesitaba saber más de esta p*** enfermedad, pero no quería leer páginas médicas, ni investigaciones científicas, sino que necesitaba las palabras y emociones desde la experiencia personal y eso solo me lo podía entregar gente que hubiese vivenciado esto en carne propia.
En segundo lugar, expresar mi más profundo respeto y admiración a todas las personas que han sido diagnosticadas con esta difícil enfermedad, quiero que sepan lo mucho que los admiro y el orgullo que siento por la gran fortaleza, que de seguro cada uno de ustedes tiene para afrontar esta tortuosa enfermedad. Eterno respeto para ustedes y para sus familias, por que son unos luchadores y luchadoras.
1.- No se pierden las esperanzas hasta el último momento.
"Puede ser un clip quirúrgico de su operación a la vesícula" ... "Tranqui mamá, si es el clip, te operan y ya está".
"Hay presencia de tumores" ...."Mamá, no importa, si es un tumor puede que sea tratable".
Y así, pasamos de una respuesta a otra cada vez más dramática y siempre encontrábamos Fe en algo nuevo. Hasta llegar a imaginar que vendrían los extraterrestres y se la llevarían para luego devolverla toda operada y sana. Sí, créanme que hasta eso se les pasaría por la mente si estuvieran en una situación así.
2.- Las visitas cortas de familiares y amigos, no sirven.
Si usted va a visitar a una persona con esta enfermedad, las visitas que se van a sentar no sirven, toma la escoba y ponte a barrer, lava loza, pregunta en que puedes ayudar, ya que el enfermo lo pasa en cama y demanda atención. Y el cuidador principal está cansado como para más encima atender a las visitas.
3.- Los medicamentos terminan haciendo más daño del que ya está hecho.
4.- El cáncer no solo consume al enfermo por dentro y por fuera, sino que también a toda su familia.
5.- El cuidador principal también se enferma. Si, el que cuida también se enferma, así que si conoces a alguien en esta situación, no lo juzgues si decide salir por una hora a dar una vuelta para distraerse o si te pide que cuides del enfermo para él poder irse un fin de semana a la playa, porque sabes qué? Si el cuidador principal no está bien, no podrá cuidar de manera óptima al enfermo. No juzgues si no has estado en sus zapatos.
7.- Aprendes a valorar hasta la más mínima sonrisa de esa persona.
8.- Pasarás por una etapa en la que crees que tú también podrías tener cáncer.
9.- El cáncer te hace sentir que eres una inútil.
10.- Los días malos también son para reflexionar.
11.- Las horas se hacen días y los días semanas cuando ves a alguien que amas sufrir.
12.- Aprendí que cuando amas mucho a alguien dejas el egoísmo de lado. Aquí entran dos puntos importantes en mi caso, mi postergación como profesional (recién egresada) para poder cuidar a mi mamá, y el dejar vivir a esa persona que tanto amas sus últimos días "tranquila" (con esto me refiero a no obligarla a seguir tratamientos que la harán sentir pésimo y que solo alargarán su vida un mes con suerte). Respetar la decisión del enfermo.
13.- Aprendí que si tu mamá, papá o quien sea sufre de cáncer, y tiene ganas de comer su comida favorita, que lo haga (con un cierto límite claramente) aún sabiendo que luego se sentirá mal. Cuando ya no hay otra opción de tratamiento más que el cuidado paliativo, pues, como vamos a dejar que una persona se vaya de este mundo sin haber probado su comida o postre favorito?
14.- El cáncer pasa a tener vida propia.
Si me dijeran como describiría a esto, diría que es letal, perseverante, invasivo, silencioso, pero agresivo, no se rinde ni por si acaso, inteligente como él solo, se adueña de familias enteras, te consume y te quita las pocas fuerzas que te van quedando, te hace llorar y te parte en mil pedazos cuando los médicos confirman su existencia.
15.- Cuando tu ser amado ya no esté, vas extrañar hasta lo que más te molestaba de esa persona.
16.- Si bien, esta entrada nació por esta enfermedad que ya ni quiero nombrar, también aprendí que el cáncer no define lo que fue mi mamá en su vida. Mi mamá fue mucho más que su enfermedad, fue una mujer empoderada para la época en la que nació, nunca dependió de nadie, fue una salvadora, me salvó a mí, a una prima, a un primo y a varios más, que hasta el día de hoy pocos supieron agradecer lo entregada que fue con cada uno de ellos. Siempre estaba el resto antes que ella, su misión aquí en la tierra fue ayudar y lo hizo hasta el último de sus días.
Resaltar que todo esto, está escrito desde mi experiencia, que es algo subjetivo, pero esta es mi historia con el colangiocarcinoma, mi historia como cuidadora principal que fui. Estas palabras las he escrito desde la pena, desde la rabia, desde un duelo aún no resuelto por haber perdido a mi salvadora, pero también desde la fortaleza, ya que esto me hizo cada vez más fuerte para ayudar a mi mamá a afrontar esta mierda de enfermedad.
De antemano muchas gracias a todos y a todas las personas que se dieron el tiempo de leer y reflexionar esta laaaaaarga entrada, también me disculpo por extenderme, pero era necesario y con que le sirva a una sola persona, me basta.
Con cariño Fer.
Te agradezco mucho, mucho, estas letras. No imaginas lo que me han servido.
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